El incremento de los niveles sonoros y la propagación de ruido en zonas urbanas es en la actualidad un problema de gran importancia para los habitantes de las ciudades modernas y un aspecto que debería tratarse con extrema consideración en los estudios de planeamiento urbano de toda gran urbe.
Los países más desarrollados dedican parte de sus códigos de edificación a exigencias constructivas con criterios acústicos adecuados en concordancia con el entorno.
Hemos aprendido y enseñado que a los ruidos los podemos clasificar como:
a- Ruidos dañinos a la salud
b- Ruidos molestos
Los primeros son aquellos que por su intensidad provocan daños irreversibles en el sentido de la audición encontrándose básicamente vinculados a la industria, mientras que los segundos, son los definidos como sonidos no deseados. Estos sonidos no deseados, generalmente de baja intensidad, no producen daño físico pero pueden originan alteraciones emocionales.
Intuitivamente podríamos restarle importancia al efecto originado por ruidos molestos frente a los ruidos dañinos. Es un grave error subestimar a los ruidos molestos, los juzgados y tribunales cuentan con un cúmulo de experiencias sobre las consecuencias sociales asociadas con los ruidos. Es frecuente que vecinos, frente a un ruido molesto, pese a mantener previamente una cordial relación, colapsen su amable vecindad generándose situaciones tensas que van desde el agravio hasta el daño físico.
En conclusión, las construcciones con criterios acústicos benefician a las partes, satisfaciendo tanto los derechos del afectado como así también los derechos del emisor (normalmente representado por niños).
CARACTERÍSTICAS DE LA OBRA
El edificio se encuentra ubicado en la calle Yatay 1108 esquina Rocamora de la Capital Federal. Ha sido planificado en cuanto a su proyección y construcción, desde el punto de vista del confort acústico, y permite comparar los costos de un emprendimiento con características acústicas y un emprendimiento convencional.
El edificio cuenta con 9 departamentos acondicionados en lo referente a control de ruidos y vibraciones. A tal fin ascensores, paredes linderas con el exterior, superficies internas, paredes linderas entre los departamentos (pisos, techos, tabiques, etc.) recibieron el tratamiento acústico adecuado a fin de disminuir la contaminación sonora que pudiera trascender entre los departamentos, como asà también del exterior, logrando mayor privacidad y confort acústico.
¿POR QUÉ CERTIFICAR BAJO NORMAS EN ACÚSTICA?
Vivimos en un mundo globalizado, donde las certificaciones de los sistemas de gestión y medio ambiente se encuentran al orden del día. Vemos a diario que las empresas indefectiblemente han certificado ISO 9000 o están en vías de hacerlo. Con el mismo criterio, entendemos que es de vital importancia, en este proyecto particular que IRAM como organismo certificador avale los resultados, garantizando al comprador la calidad acústica del inmueble.
¿CUÁL ES LA FINALIDAD BUSCADA?
– Minimizar los ruidos propios del edificio, tales como ruidos electromecánicos del ascensor, bombas de agua, etc.
– Minimizar los ruidos provenientes de las unidades funcionales vecinas producto de la caída de objetos, ruidos de pisadas, voces, etc.
– Minimizar los ruidos provenientes del exterior, ruido de tránsito, etc.
Es importante aclarar el concepto de minimizar, dado que las normas establecen valores lógicos y tolerables, siendo utópico pretender un aislamiento absoluto.
¿LOS DISEÑOS ACÚSTICOS CUMPLEN CON LAS PREMISAS TÉRMICAS?
Si. Toda construcción que posea un diseño acústico generalmente cumple con premisas térmicas, no siendo válido a la inversa, esto es, todo diseño térmico difícilmente cumpla con premisas acústicas. Este es un valor agregado de gran importancia, más allá de la ecología y la conservación de la energía, dado que permite amortizar rápidamente la inversión mediante los ahorros en corriente eléctrica y gas (disminuye el uso de acondicionadores de aire y estufas).
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
Los nueve departamentos del edificio cuentan con las siguientes características:
El diseño de la planta tipo contribuye al aislamiento de los ruidos entre las dos unidades funcionales ubicadas en un mismo piso porque se interpuso el núcleo de servicios entre ambas.
El aislamiento de los ruidos exteriores se logró con una pared de ladrillo cerámico con un revestimiento interior de placas de yeso sobre lana de vidrio y terminación exterior con revoque.
Las paredes divisorias de cada unidad son tabiques de placa de yeso, también con lana de vidrio en el interior.
Las aberturas son de PVC con doble vidriado hermético.
Para amortiguar los ruidos de pisadas o caída de objetos se aplicaron contrapisos flotantes. Se utilizó como material desacoplante la lana de vidrio de alta densidad no higroscópica.
Las circulaciones verticales y los plenos para instalaciones están lejos de los dormitorios. Los ascensores son de velocidad variable y con puertas automáticas. Y las escaleras no están vinculas a las paredes que conforman la caja.
Las instalaciones electromecánicas (ascensor y bombas) están desvinculadas de la estructura para evitar la transmisión de vibraciones. El mismo concepto se aplicó a los caños de las montantes: se sujetaron con abrazaderas que poseen material antivibratorio
En el emprendimiento se agregaron estufas muy pequeñas, dado que cumple con las premisas de un mejor aislamiento térmico.